El mercado vivo de Wuhan es uno de los lugares más insalubres e infectos de todo el mundo. Lo que se esconde dentro es una verdadera pesadilla, porque hemos creado un verdadero infierno para los animales de este planeta.
Los animales son tratados como mercancías de mayor o menor valor y son hacinados en jaulas de metal, desprovistos de cualquier asistencia, sin agua, sin comida, sometidos a situaciones límite de estrés, ansiedad, aislamiento y, por supuesto, muerte.
Para muchos habitantes de Wuhan, ir al mercado vivo y elegir su comida que es asesinada y preparada en el momento es un acto normalizado de placer y exotismo. Sin embargo, muchas vidas están en juego y las condiciones totalmente deplorables en las que se encuentran estos animales son el perfecto caldo de cultivo para todo tipo de enfermedades, bacterias y virus, entre ellos, el COVID-19.
Pero esto no es del todo nuevo, ni tampoco es un caso aislado. En 2003 surgió un brote de SARS (síndrome respiratorio agudo) que llevó a China a prohibir la venta de animales vivos en mercados. Meses más tarde, las autoridades consiguieron derogar esta ley y los mercados volvieron a llenarse de pavos reales, puercoespines, murciélagos y todo tipo de fauna viva en las mismas condiciones de insalubridad de siempre.
No obstante y tras el brote del COVID-19, China ha vuelto a repetir su modus operandi y han vuelto a prohibir el comercio con animales salvajes. De hecho, el Parlamento Chino está llevando a cabo un proyecto de investigación exhaustiva que ilegalizaría el comercio y uso de especies protegidas.
El Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo de China, tomó hoy lunes la decisión de prohibir totalmente el comercio ilegal y el consumo de animales salvajes, como medida para proteger la vida y la salud de la población.
La medida, anunciada durante una sesión bimestral de la APN, tiene como objetivo defender la seguridad biológica y ecológica, así como prevenir efectivamente los grandes riesgos que amenazan la salud pública, entre otras metas.
El consumo de animales salvajes terrestres "de importante valor ecológico, científico y social", que están bajo protección estatal, así como otros animales salvajes terrestres, incluidos los que se crían o reproducen en cautiverio, quedará totalmente prohibido, de acuerdo con la decisión.
La caza, el comercio y el transporte de animales salvajes terrestres que crecen y se reproducen en libertad con el propósito de consumo también quedarán completamente prohibidos.
La decisión estipula que el consumo ilegal y el comercio de animales salvajes serán severamente castigados.
Aquellos que violen la ley de protección sobre la vida silvestre y otras leyes y reglamentos relevantes, cacen, intercambien, transporten o coman animales salvajes recibirán sanciones más severas de acuerdo con las leyes y regulaciones existentes, de acuerdo con la decisión.
Los actos de consumo ilegal, caza, comercio o transporte de animales salvajes con fines de consumo, los cuales están ahora cubiertos por la ley, implicarán un castigo aplicable a actos similares cubiertos por las leyes vigentes de China, incluida la ley de protección sobre la vida silvestre.
La decisión también estipula que el uso de animales salvajes para fines no comestibles, incluida la investigación científica, el uso médico y la exhibición, quedarán sujetos a un estricto procedimiento de revisión, aprobación e inspección de cuarentena de acuerdo con las regulaciones pertinentes.
La decisión exige que los gobiernos a diferentes niveles fortalezcan la supervisión y la inspección, e investiguen estrictamente y castiguen las violaciones de esta decisión y las leyes y reglamentos pertinentes.
Los sitios de negocios ilegales y los operadores de negocios ilegales serán prohibidos o cerrados de acuerdo con la ley, según la decisión tomada por la APN.
La decisión entra en vigor a partir del día de su promulgación.
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