Fry es un repartidor de pizza del siglo XX algo fantasioso, corto de mollera y sin un futuro por delante. Todo cambia cuando, en la Nochevieja de 1999, le encargan que entregue una pizza en un laboratorio. Allí es criogenizado por accidente, permaneciendo congelado por mil años. Fry despierta en el Nueva York del siglo XXXI, un lugar lleno de aliens y naves espaciales, en el que nada tiene que ver con como era antes. Inmediatamente, Fry se siente como un pez en el agua.
Con la ayuda de una cíclope de pelo violeta llamada Leela y del alcohólico y políticamente incorrecto robot Bender, Fry logra contactar con su descendiente (por parte de su hermano), el profesor Hubert Farnsworth, un científico loco de más de cien años que les ofrece un trabajo como repartidores en su empresa de mensajería intergaláctica, Planet Express. Desde ese momento Fry se verá inmerso en una multitud de situaciones increíbles a lo largo de la galaxia, en la que conocerá todo tipo de razas de alienígenas, nuevos planetas y civilizaciones.
En el equipo de Planet Express también estarán Hermes, un burócrata jamaicano campeón de limbo, Amy, una niña rica sin preocupaciones, y el doctor Zoidberg, un alienígena crustáceo con pocas dotes para la medicina. A lo largo de sus viajes se toparán también con otros personajes, como Zapp Brannigan, un general incompetente pero famoso que está obsesionado con Leela, y su ayudante, el escuchimizado alienígena verde Kif.
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